Nadie visita una habitación del Sur.

Nadie visita una habitación al sur de sus posibilidades,

menos un domingo donde el Sol intenta abrazarnos

pero nos escurrimos lánguidos.

 

Nadie visita una habitación en cuyo vacío

solo caben fotografías encontradas de viajes olvidados,

los restos de la piel seca

arrancada a los desnudos retratos,

la humedad de corrientes musicales

en las que flotan distorsionados pensamientos.

 

Y aunque no venga nadie,

se pasea el tiempo

dejando su rastro por las paredes.

Se desintegran los insectos

de este viejo árbol.

 

Es entonces

cuando se acumulan botellas,

ropas en el suelo,

platos;

pluralidades a las cuales integrarse;

luego, el hastío.

 

A media noche

practicar el espionaje de ventanas,

y en la penumbra,

saludar a lo lejos

a los ñeros del parque

que patean su pelota

imitando las sombras.

 

 

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2 respuestas a Nadie visita una habitación del Sur.

  1. sobrante dijo:

    Practicando el espionaje… en una habitación del sur

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