Busco siempre la noche silenciosa,
cuando todos duermen,
cuando todos como que mueren,
para escabullirme entre sus sueños,
espiarlos,
hurtarlos,
conspirar con ellos
atentados a la moral y la razón.
Me deslizo hacia la cornisa,
en ella soy efigie,
soy soberano
De un reino de escarcha y fantasía
En el que la vida se multiplica
Hasta siete veces.
Príncipe milenario
Nada me es oculto
La lujuria mi instinto
Si mi caricia quieres
Obedecer mi mandato debes.